miércoles, 6 de abril de 2011

ESPASMO DEL SOLLOZO

Es frecuente ver niños que durante el llanto producido por una frustración, enojo, temor o dolor presenten episodios de detención momentánea de la respiración asociado a cambio de colororación de la piel (hacia el azulado o la palidez); pérdida del conocimiento, y en algunos casos hasta presencia de convulsiones.
Este tipo de ataque puede presentarse en forma completa a lo expuesto anteriormente o en forma incompleta, que es lo más frecuente, sin llegar por ejemplo a la pérdida de conciencia o a convulsivar.
Según un estudio aproximadamente el 5% de la población infantil presentan este tipo de cuadros pero realmente se considera que la incidencia es mayor.
Hay casos de niños que presentan estos episodios hasta pasados los 5 o 6 años de edad (no frecuente).
Habitualmente existen antecedentes en la familia de historia similar pero se debe destacar que la base psicológica y emocional del niño y su familia es lo que más condiciona la presencia de los Espasmos del Sollozo.
Es fundamental para los pediatras el contener a la familia que tiene un niño con este tipo de problemas para alejar fantasias erróneas de muerte, sobreprotección y ansiedad desmedida ante estos acontecimientos.
El tratamiento consiste principalmente en educación a los padres para manejar dichas situaciones ya que deben saber que es una patología con desaparición espontánea y sin consecuencias de trastornos neurológicos a futuro.
No se usa medicación específica para esta patología (salvo estricta indicación por el especialista y en casos MUY puntuales).
Se deben recurrir a terapias psicológicas para esclarecer causas dentro de la familia si los episodios de Espasmos del Sollozo se repiten en el tiempo.
Los niños con Espasmo del sollozo presentan más frecuentemente problemas de conducta y emocionales, por lo que se recomienda una buena charla con su pediatra y eventualmente aceptar, en caso de ser indicado, la consulta psicológica.
Que hacer durante un espamo del sollozo en el bebé
* Mantén la calma
Si ya se le ha diagnosticado a tu bebé este trastorno debes quedarte tranquila ya que tu hijo no corre ningún riesgo.
* Retira los objetos que tenga en la boca
Si tiene algún objeto en la boca debes quitárselo para evitar que se ahogue.
* Colócalo en una posición segura
  Se recomienda que lo ubiques de costado y alejando los objetos con los que se pueda golpear. Esta posición permite mantenerlo seguro y fuera del alcance de objetos que podrían dañarlo durante el evento.
* No intentes detener el espasmo
No intentes nada para detener o distraer al bebé ya que esto si podría interferir en el proceso habitual del espasmo y complicar la situación.
* Aléjate un poco del niño
Obsérvalo de forma indirecta, haciéndole pensar que no le prestas mucha atención al evento, ya que a veces utilizan estos episodios como métodos de disuasión.
* Repréndelo o consuélalo
  En principio, el espasmo del sollozo tiene un carácter involuntario, ya que el niño no lo hace a propósito. Pero cabe la posibilidad de que algunos niños aprendan a utilizarlo para llamar la atención o conseguir algún beneficio, lo que habrá que tener en cuenta especialmente en aquellos en los que se repite con mucha frecuencia, para asegurarnos de que con su actitud, no obtienen ninguna recompensa. Si este es el caso, inmediatamente al término del espasmo, explícale con voz firme que no te gusta que haga “berrinches” y que no le darás el beneficio que pretendía obtener con lo que hizo. En caso de que sea provocado por algún accidente, como un golpe o una caída, abrázalo y consuélalo para que sienta todo tu apoyo.
* Déjalo que duerma una siesta
Es importante que tu hijo tenga un tiempo de descanso para reponerse de los episodios y para que de alguna manera olvide el berrinche que lo aquejaba. De esta forma puedes evitar varios episodios de espasmo del sollozo al día.

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